La actividad desempeñada por el psicólogo puede ejercerse en muy distintos y variados contextos, en concordancia con la complejidad del comportamiento y actividad humana, tanto en adultos como en niños y adolescentes. De esta manera, el quehacer del psicólogo se puede desarrollar en: Centros de Atención Primaria (CAP), Centros de intención en salud (COSAM), Centros de referencia Secundaria, Servicios de Salud mental, Servicios Hospitalarios en general, además de otros contextos Institucionales (gendarmería, Hogares de protección de menores, mediación familiar, Instituciones especializadas en distintos grupos etéreos, etc), conjuntamente con la tradicional actividad en Consulta Privada. Asimismo, el tipo de intervención que se realice dependerá del carácter de la intervención; preventiva primaria (localización de acontecimientos vitales, evaluación de recursos personales y factores ambientales), tratamiento (evaluación, diagnóstico y tratamiento), y prevención terciaria ( diseño, dirección y aplicación de procedimientos rehabilitadores).
Otro punto importante es que con el fin de obtener información adicional para la elaboración de conclusiones diagnósticas o de evaluación, los psicólogos clínicos deben recabar la opinión de otros profesionales, dentro de los cuales los más utilizados son informes médicos, pedagógicos, psicopedagógicos, fonoaudiológicos, sociológicos, de trabajadores sociales, de terapeutas ocupacionales y judiciales.